Caminar junto a Jesucristo traerá solo paz y amor a tu vida. El amor del Señor es sincero e incondicional. Él no espera nada a cambio, no es un amor interesado. Ábrele la puerta de tu corazón y déjalo entrar para iluminar tu camino y guiarte hacia una vida llena de armonía, vivamos esta Semana Santa caminando a su lado.