Seamos misericordiosos como el Padre.
“Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores… El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas… Que ningún alma tema acercarse a mí, aunque sus pecados sean como escarlata” Son palabras que nuestro Señor le dirige a Santa Faustina.
El Papa San Juan Pablo II proclamó el segundo domingo de Pascua como el “Domingo de la Misericordia Divina” para todo el mundo.
Estamos invitados a vivir esta fiesta con gran devoción.
Te dejamos este subsidio para que conozcas más de esta fiesta espiritual y sepas cómo ¡GANAR UN PASE PARA LLEGAR AL CIELO!